

Era una pareja de recién casados. El primer día ella prepara unos huevos rancheros para el desayuno. Cuando el marido ve el plato, exclama:
-¡Está para chuparse los dedos!
Ella al instante dice:
-¿De verdad, mi amor?
Y él contesta:
-¡Sí, la verdad, prefiero chuparme los dedos antes que comerme esta porquería!
-¡Está para chuparse los dedos!
Ella al instante dice:
-¿De verdad, mi amor?
Y él contesta:
-¡Sí, la verdad, prefiero chuparme los dedos antes que comerme esta porquería!
Fabio, 13 años, H G U Morales Meseguer
Hola Fabio:
ResponderEliminarEs muy gracioso tu chiste, jajaja. Te voy a contar yo uno:
Esto es un hombre tan alto tan alto que en lugar de tomar café con leche lo tomaba con Dios.
jajaja, es un poco malo pero a mí me gusta.
Un abrazo
Patricia